Musa perfecta
Cuando me encuentro solo,
cuando me invade la nostalgia,
cuando me ataca la neuralgia,
cuando el café es protocolo,
cuando no tengo compañía
de una luz,
de un latido de noche,
que provoca un derroche
de amargura, la más triste tesitura,
es la corta escalera de dos pisos,
cuando se derrumba
todo lo construido, con ganas
entonces es cuando me salva
la Musa Perfecta.
Es la que invade los sentidos,
los pesares, y que me llena de albricias
y que anima, da paz y calma
en una de esas tristes gotas...
que me encienden el alma,
es el manantial, la sed que calma...
y por muy solo que esté, queda alguien,
esa alguien es ella,
a la que llaman música.
© Joan Pined