I
se abre la flor
sin que la toques
tu aliento la envuelve
y yo me deslizo
como sombra fresca
por sus pétalos
que tiemblan
II
llueve despacio
sobre tu cuello
como si el mundo
entero
fuera un sollozo
de agua
en tu piel
III
el viento
se posa
en la curva
de tu cintura
y gira
como palabra
que no se intenta
IV
el sol
atraviesa
la telilla
de tu falda
y yo bebo
ese resplandor
hasta el silencio
V
tu ombligo
una flor cerrada
esperando
la lengua del día
el canto del sueño
mi voz
que no canta
VI
nos miramos
como si el mundo
fuera de papel
como si un soplo
pudiera romper
la distancia
que inventamos