Odas I Joan Pined




Oda esencial


¡Oh cantar prominente!
la más vibrante de todas mis cosas,
contemplarte, el deseo ardientemente
de las noches en las rosas hermosas;

elogio los instantes
con toda la soledad en mis manos,
que sostienen como fieras dementes
las esencias, de los bellos espacios;

inmensos en fragancias
son tus labios, de una ninfa posesa,
sutil línea entres luces y sombras,
habitadas, por todos los enigmas;

los pies que se entrelazan
con los montes y mares, de una venus
perdida, en las vertientes que se van
y se vienen, en un verde diván;

donde piernas batientes
que se ventilan sin empujes, solas
como deshojadas, tan imponentes
y espontáneas, como el mar, las olas;


que golpean la arena
fina, ella, de colores fascinantes,
que da luz a los ojos, la melena
que tapiza la frente de diamantes;

preciosos, con dureza
las cónicas figuras, bien esbeltas,
como saltan los pechos, de pureza,
vuelan las aves como las saetas;

en su boca pequeña
cabe toda la nostalgia comprensible,
cómo en sueños, en tanto, se risueña,
persigo tenaz el lado amable;

una gota de aliento
tomo la voz de luz desde algún centro
gravitacional, a tiempo de tiento,
buen ritmo y musicalidad, de adentro.


cosmos, estrellas, ellas
y cuerpo de luz, con luz en el cuerpo,
y me quedo viendo las bellas, ellas
umbral húmedo, excitante concierto.


©Joan Pined ©creatividadpoética



                                                              




Oda a las serenatas


Encendido entretiene
esos hermosos ratos,
amo lo que yo siento,
mejor he de cantarlos.


La ilusión de gozarlos
entreteniendo llantos,
te gustaba el presente
del amoroso vago.

Saben que les mantiene
en su pensar, divago
que siempre, están gozando
como siempre, bailando.

en sus brumas de versos
encarno en el encanto,
por más que hago el intento
yo no puedo con tanto.

me sueltas como amigo
me sueltas en el fango
me ves como enemigo
ya no me quieres tanto


©Joan Pined ©CreatividadPoética











Oda a la intimidad


Mientras pretendo amar, yo no concibo,
porqué me está prohibido
lo que pudo haber sido.
la realidad cruel me niega el juicio,
mi modo de ser
desprende los prejuicios
que han sido grandes trampas del olvido,
¡qué fastidiosa vida de las gentes,
las que fueron amantes del saber!
y me atrevo a pensar
que logré caminar lo pretendido,
el sencillo placer, la paz conmigo.



©Joan Pined ©Creatividad Poética






                                          


Oda a los labios


De las Ninfas extraño los gemidos,
y los gritos que brotan de sus gracias,
pero deben dar paso
a la indomable gesta
las musas siempre cantan,
te sueltan, siempre aman,
no falla la inclemencia
en los montes ardientes,
se quedan en la cruenta tempestad,
de repente la estancia
en sus labios, delirio
que solamente acaba con la muerte.


©Joan Pined ©Creatividad Poética











ODA a la Soledad


Soledad eres callada,

¡Oh! silenciosa,
a veces eres sabrosa,
a veces atormentada,
a veces eres belleza,
a veces…
a veces desanimada.


Soledad eres sonrisa
con la tristeza que abrigas,
no puedes darle sustento
a las delicias
a veces…

Soledad nunca estás sola,
estás siempre acompañada
de voces,
pocas o muchas,

y solo escuchas palabras
de las paredes lejanas,
y solo escuchas
los ecos de las miradas
perdidas.

y solo escuchas lamentos
del alma,
a veces está contigo
la calma,
a veces está contigo
la furia.

A veces eres amada,
a veces desesperada.

Eres y no eres la paz,
eres y no eres amor,
eres y no eres la calma,
eres y no eres pasión,
y no vuelas al bullicio,
siempre te quedas contigo,
así evitas el fastidio.


Eres principio y fin
del elevado talento
eres principio y fin
de las sonrisas calladas
de los placeres sedientos.



©Joan Pined ©creatividadPoética